¿Infidelidad virtual?
De un tiempo a la fecha has empezado a sentir que tu relación ya es de tres. Tú, tu pareja y su teléfono. Y es que no se separa de él ni un segundo y parece prestarle más atención que a ti. Asegura que lo hace por cuestiones de trabajo pero tú has comenzado a sospechar, ¿estará teniendo una aventura online? Analizando un poco la situación notas que:
- Ha aumentado significativamente el tiempo que pasa usando el ordenador o el celular.
- Utiliza la computadora en horarios inusuales, por ejemplo, de madrugada.
- Se aparta para responder un mensaje.
- Ha empezado a utilizar contraseñas para restringir el acceso a sus gadgets.
- Borra el registro de su actividad online.
- Cambia con regularidad las contraseñas de sus cuentas de correo y redes sociales.
- Ha desactivo el servicio de notificaciones de mensajes entrantes.
- Se enoja y muestra a la defensiva si le preguntas algo sobre su actividad online.
Con la popularización de internet ha cambiado la forma en que concebimos las relaciones y los límites implícitos al involucrarnos en una. Hasta hace unos años podíamos decir que había un consenso: ser infiel era sostener relaciones sexuales con otra persona que no fuera la pareja. Pero hoy en día esas fronteras parecen estarse ampliando. Bastan unos cuantos clics para conectarse a un chat y empezar a tener cibersexo con un desconocido, para suscribirse a un portal de encuentros extramaritales o para comenzar a coquetear con un viejo amigo en Facebook. ¿Esto también puede considerarse infidelidad?
Para algunos no hay diferencia entre una aventura virtual y una real aún cuando no haya contacto físico y descubrir que la pareja intercambia mensajes sexuales con otra persona, resulta igual de devastador que saber que se acostó con alguien más. Para otros es una oportunidad de vivir sus fantasías en un ambiente seguro y no lo ven como algo malo. Por ello es importante que las parejas tengan esa conversación preventiva en la que especifiquen qué se considera una infidelidad y qué no para que después no existan malos entendidos.
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