¿Sexo a oscuras o con luz?
Bajar el interruptor de la luz o no bajarlo. Esa es la cuestión. En la mayoría de las encuestas sobre el tema, siempre gana la oscuridad. Y no, desgraciadamente no es porque encontramos erotismo en las tinieblas, sino porque no nos sentimos a gusto con nuestro cuerpo y preferimos que nuestra pareja no nos vea. Pero ¿acaso esto no limita nuestro goce?
Si, y mucho. ¿Por qué? Porque nuestro principal órgano sexual es el cerebro y si durante un encuentro está ocupado en tu celulitis o el tamaño de tu pene, difícilmente podrá concentrarse en lo importante que es fusionarte con otra persona en un momento de máxima intimidad. Apagar la luz puede limitar esa experiencia y privarte de gozarla con un sentido tan importante como la vista. Al fin y al cabo, si alguien decide ir a la cama contigo y le pones lo suficiente como para hacerte el amor, ¿por qué no querrías que te viera?
Claro que no es necesario abrir persianas y encender todas las luces y lámparas de la habitación. Aunque suene a cliché, las velas son un gran recurso. Además de ayudar a crear un ambiente íntimo, la luz que emiten es lo suficientemente tenue para que se sienta cómodo hasta el más tímido. Y bueno, si quieres ir un poco más allá, la cera caliente puede ser un gran juguete erótico. ¿Un tip? Coloca la vela por lo menos a 30 centímetros de tu pareja para que la cera se enfríe en el descenso y evitar quemaduras.
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